5 de octubre de 2019.
LA OCTAVA GENERACIÓN SE DESPIDE…[1]
No estudio por saber más, sino
por ignorar menos.
Sor Juana Inés de la Cruz
La vida cotidiana en las escuelas es incierta,
vertiginosa;
pasan muchas cosas al mismo tiempo.
Las más complejas suelen ser impredecibles
y, aunque
esperables, vuelven a conmoverlos.
¿Cuántas veces personas extrañas al espacio escolar
manifiestan su sorpresa al verlos actuar aún en
estas condiciones?
Entonces, ¿por qué no llamar “sabiduría”
al oficio que poseen ustedes, los/as docentes,
que permuta ese malestar y lo convierte en un
desafío
y no en una fatalidad?
Daniel Suárez, Lilí Ochoa, Paula Dávila (2003)
DIRECTOR DE LA
UNIDAD 094 CENTRO,
ESTIMADO
PRESIDUM,
COMPAÑEROS DE
GENERACIÓN,
FAMILIARES QUE
NOS ACOMPAÑAN:
Es un honor, ser la voz que da este
mensaje y a la vez un compromiso que mis palabras representen a mis compañeros de la Línea de Enseñanza de la
Lengua y Recración Literaria de esta maestría.
En primer lugar, estar en este
edificio universitario es estar en casa, sin demeritar nuestro espacio en la
Unidad 094, donde el calor constante nos acompaña y aquí el frío del Ajusco se
aminora cuando estás en familia, cuando te cobijan los conocimientos, los
recuerdos y sobre todo cuando te arropa el amor de todos los presentes.
Hace algún tiempo, cuando en nuestra
mente estaba la ilusión de realizar una maestría, inició el camino de búsqueda de quién la
alimentara y aquí estamos. Nos sentimos orgullosos egresar de la UPN, no sólo
por el carácter honorable de esta institución,
sino porque como docentes de educación básica perseguimos la transformación a
la que invita el lema de esta institución: Educar para transformar, que en
palabras de Freire significa entrar en la concienciación para participar en una
revolución educativa. Mirar a la educación como un instrumento de
transformación académica y social porque observamos que nos aquejan los mismos
males y entre maestros hablamos el mismo idioma, puesto que vivimos la misma realidad sociocultural, educativa y
de política neoliberal en nuestro país.
La educación, como afirma Fernando Savater, es de las tareas más nobles del ser humano. El hombre es el más afortunado de los animales, por tener la plasticidad de aprender, reaprender, educar, coeducar y reeducarse. Eso ha implicado el paso por la MEB, una transformación en el pensamiento y una revolución en la práctica que vivimos desafiantes durante la Intervención Pedagógica realizada en esta especialidad. Durante dos años, el ajetreo del centro de la ciudad de México nos conquistó, pues en medio de la multitud elegimos construir una suma de enseñanzas que apuntaron principalmente a la transformación de nuestra práctica docente.
La educación, como afirma Fernando Savater, es de las tareas más nobles del ser humano. El hombre es el más afortunado de los animales, por tener la plasticidad de aprender, reaprender, educar, coeducar y reeducarse. Eso ha implicado el paso por la MEB, una transformación en el pensamiento y una revolución en la práctica que vivimos desafiantes durante la Intervención Pedagógica realizada en esta especialidad. Durante dos años, el ajetreo del centro de la ciudad de México nos conquistó, pues en medio de la multitud elegimos construir una suma de enseñanzas que apuntaron principalmente a la transformación de nuestra práctica docente.
El aprendizaje parece algunas veces
fácil, otras parece casi imposible: lo fácil transcurre fuera de la escuela:
apropiarse de lecturas, prepararse metodológica y pedagógicamente, hacer los
materiales didácticos, quizás hasta diseñar la intervención, pero lo difícil es
aplicar, establecer la relación teoría-práctica, trasladar lo aprendido en el
aula, resignificarnos en ella y dentro de ella, como diría Antonio Bolívar.
Lo que puedo afirmar, sin temor a
equivocarme, es cada uno de mis compañeros Isabel, Tito, Gaby, Diana y yo,
hemos conseguido lo que Carlos Lomas
expresa con sencillez: Somos lo que
hacemos con las palabras, por medio de la lengua hemos aprendido a hacer
visible el rostro oculto de los textos, quitando las máscaras que le cubren.
Y así es, la lectura y escritura se han convertido en nuestros aliados.
En este grupo, hubo lugar para todos,
cada uno tenía espacio, jamás había vivido un trabajo cooperativo, donde todos
y cada uno, formáramos una parte esencial, es por ello que agradezco la
oportunidad de haberlos conocido, porque la octava generación somos más de los
cinco presentes.
Esta generación tiene muy dentro del
alma el espíritu de nueve personas llenas de ilusiones, de expectativas y de
sueños, esos sueños colectivos nos permiten estar aquí esta mañana. No
olvidamos a nuestros querido compañero Roberto García Salgado, que
pese a su gravedad, persistió en estudiar, representa el ser un
profesor-estudiante ejemplar, y a nuestras tres compañeras Obdulia, Araceli y
Alberta que retoman el camino en la 10ª. generación.
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Inicio de la 8G en 2017 |
Hay huellas profundas
que están en nuestro ser y que no es posible de dejar de mencionar, presentes o
quizás ausentes , en este recinto universitario. Su ejemplo, está dentro de
nuestro ser, pese a que quizás no pudieron continuar sus estudios por falta de
recursos económicos, por atender a su familia, pero que son personas
ejemplares, llenas de virtudes y fuerza. Dispuestos siempre a dar el pan de su
boca, para llevarlo a las nuestras, entregaron todo, para que nosotros tengamos un
buen futuro.
Gracias papás, hijos,
tíos, abuelos, esposo, esposa, novio por su mano siempre dispuesta, por ser el
sostén que nos permitió construir nuestros anhelos, no hay buen edificio que se
derrumbe si se construye con indestructibles cimientos. Nos inspiraron a no caer,
nos animaron a continuar pese a la adversidad que sentíamos, como canta la voz
de Amado Nervo: por este rudo camino…
pero nuestro ser se anima como la de este poeta: cuando sembré rosales coseché siempre rosas., O no hicieron pensar
en la voz de José Martí: Más para aquél
que me arranca el corazón con que vivo, ni cardo ni ortiga cultivo, cultivo una
rosa blanca. Era entonces cuando la ilusión se revivía. En especial,
gracias papás porque en ustedes tuvimos el aliciente para la no rendición.
Esperamos que en su corazón siempre haya un espacio para nosotros.
A mitad del camino |
Quiero hacer una especial mención al
Colegiado de Enseñanza de la Lengua y Recreación Literaria. Con el tiempo
aprendimos que cada uno deja diferentes enseñanzas y es inestimable cada
aportación que nos han regalado. Gracias, por mostrar que lo valioso no es el
conocimiento erudito sino la humanización que trae consigo la educación. Gracias
por la oportunidad de permitirnos ver a través de sus ojos con lentes críticos
y capaces, que nos dieron la posibilidad de leer diferente la educación básica.
Cada tropiezo también nos ha enseñado.
Gracias maestros, en especial
recordamos al Mtro. Roberto Vera Llamas que hace un año tuvo que partir hacia
el más allá. A todos los llevaremos en el corazón, porque han hecho de su
enseñanza el medio para luchar por un mundo mejor.
¡Gracias a la Universidad Pedagógica
Nacional Unidad 094!
Concluyo, citando a Paulo Freire: El maestro, es necesariamente un militante
político. Su tarea no se agota en la enseñanza de las matemáticas, las ciencias
o la geografía. Su tarea exige un compromiso y una actitud en contra de las injusticias
sociales. Luchar en un mundo donde los más favorecidos organizan a su
conveniencia y los menos beneficiados, apenas sobreviven. Donde las injustas
estructuras empujan a “los expulsados de la vida” El maestro debe caminar con
una legítima rabia, con una justa ira, con la indignación necesaria, buscando
transformaciones sociales.
¡Hemos
llegado hasta aquí! ¡Ahora concluyamos la tesis!
¡Lo
hemos logrado!
[1]
Discurso de despedida presentado por
Sandra Betci Trejo Fragoso, a nombre de sus compañeros de la Octava Generación 2017-2019,
de la Maestría en Educación Básica de la línea de Enseñanza de la Lengua y Recreación
Literaria.